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La nueva de Batman
#1
Navegando encontre el siguiente guión (espero que sea de su agrado):

El primer borrador del guión de la nueva película de Batman cayó en las manos del que esto suscribe casi por accidente hace un par de semanas. Al momento, el mayor objetivo era confirmar su autenticidad, cosa que se consiguió a los pocos días: se trataba, en efecto, de un guión real, aunque uno que la Warner ya no iba a usar. Tras su pausada, pero intensa, lectura se puede afirmar que, de llevarse a cabo, ésta habría sido una de las mejores películas del Señor de la Noche de la historia.
El primer puesto es imposible de arrebatárselo a La máscara del fantasma, excelente largometraje con una historia, un trasfondo, unos personajes y una escenificación soberbias. Todo conjugó de maravilla en esa película que ha marcado a los fans de Batman de tal manera que es difícil superar.
Batman: The Frightening comienza con la visión de una carretera desde el interior de una furgoneta. Al tomar un desvío, los faros iluminan un cartel con un nombre inconfundible: Arkham. El manicomio es descrito como un lugar claustrofóbico, gótico, oscuro, aterrador, en cuyos pasillo se oyen risas, susurros, gritos y sollozos. Excelente.
La primera vez que aparece Bruce Wayne es con una camisa de fuerza y huyendo de Arkham como alma que persigue el diablo mientras Alfred lo rescata a bordo del Batplano. Una vez en la mansión, Bruce descansa en su cama mientras las noticias en la televisión comentan el funeral del Comisario Gordon. Alfred le pide que por favor explique qué ha pasado. Bruce comienza su relato y se procede a un flashback que muestra a Gordon entrando en la escena de un crimen. Ésta es la secuencia introductoria de la película. Un gran giro argumental que dejaría al espectador enganchado en su butaca para ir descubriendo qué ha ocurrido.
En la escena del crimen aparece Bullock y otros policías. Gordon pide que le dejen sólo y se pone a hablar con Batman, quien está entre las sombras y nunca se le ve entero. Sólo los ojos y sus manos enguantadas cuando recoge pruebas del lugar. Y por si alguien se lo está preguntando: sí, se produce la escena en la que Gordon habla, se gira y contempla que Batman no está (esta escena se repite más adelante y Gordon proclama por primera en la pantalla grande el mítico: “Odio cuando hace eso”) Esta escena es una de las muchas que siempre se han echado en falta en las películas de Batman. Gordon ha sido un policía más en las anteriores entregas, a veces incluso algo patán, sin ninguna relación con Batman salvo ordenar el encendido o apagado de la Batseñal. En esta quinta película, Batman y Gordon son los protagonistas. Se intuye, se muestra y se palpa un lazo de amistad fuerte entre ambos.
Se nota que es una película continuación de las anteriores y no un relanzamiento desde cero de la franquicia en la actitud de Batman: un detective maduro, con muchas tablas, con mucha experiencia en su trabajo. Sabe lo que hace. Y es necesario enfatizar la palabra “detective” antes mencionada para definir al Señor de la Noche en esta película. Sí, por fin se le ve como lo que es: el mejor detective del mundo. Recoge huellas, analiza pruebas, no deja nada sin investigar, ata cabos, procede a hacer relaciones entre las pruebas reunidas para llegar a la verdad. En definitiva: es Batman.
El enemigo de esta entrega es el Espantapájaros, del que se explica su origen y se le ve aterrorizando a sus alumnos de la Universidad, su posterior despido y su venganza contra el rector y demás miembros del consejo de la Universidad. Curioso cómo explican el que Jonathan Crane se vista como un Espantapájaros: tras resultar herido en un altercado, despierta en el hospital con la parte superior de la cabeza vendada. Al incorporarse empieza a preguntarse qué hace ahí y procede a quitarse todos los tubos y salir fuera. Infectado por su propia toxina (que en esta película demuestra ser letal ya que mata a los infectados poco a poco) contempla a los enfermeros rodeados en llamas o siendo devorados por animales. Crane corre a buscar refugio y se topa con un espantapájaros que algunos alumnos del hospital utilizan en sus clases y para que no se le vean las vendas y heridas se pone el sombrero.
Crane goza de varios diálogos bien trabajados en los que analiza el miedo, el ser humano y otras cuestiones existenciales. Durante la película se muestran escenas en las que se narra la infancia de Crane, con sus compañeros de clase llamándolo Ichabod. Esto le provoca una fascinación de adulto por La leyenda de Sleepy Hollow de Poe y, durante una fiesta en la Mansión Wayne a la que acude para pedirle más dinero a Wayne (ya que él financia sus estudios en la Universidad) se apoda Señor Tassell, como uno de los personajes de la historia. Bruce se encuentra con Crane en la biblioteca de la mansión mientras éste observa el ejemplar que tiene de Sleepy Hollow. Cuando Crane se va, Bruce le ordena a Alfred que tome las huellas del libro y las procese porque le ha parecido un tipo sospechoso. Cuando acaba la fiesta y Bruce va hacia la cueva, mira los datos en los que se muestra a Jonathan Crane como referente de las huellas, pero Bruce no ve su nombre en la pantalla, sino el de Gordon. Ya está infectado por la tóxina del miedo.
Mientras Crane mantiene a la policía distraída con una falsa alarma, él se divierte expandiendo todo su gas del miedo por la ciudad de Gotham. Con más de la mitad de la población infectada, el caos se adueña de las calles. Batman intenta conseguir una cura pero le es imposible.
Más adelante, en una persecución impresionante entre Crane y Batman, el primero a bordo de una furgoneta y el segundo en el Batmóvil, muchos policías mueren atropellados por el Espantapájaros, quien los pilla por sorpresa mientras intentan poner algo de orden al caos generalizado. Entre tanto altercado, Gordon es aplastado por un coche y muere. Crane escapa y la gente echa la culpa a Batman, quien es capturado y enviado a Arkham.
En Arkham, Bruce está vestido con una camisa de fuerza y una capucha, ya que el jefe de seguridad del manicomio, Lyle Bolton, quiere respetar la identidad secreta del justiciero. Bolton lo somete a torturas de vez en cuando simplemente porque le gusta. El día que Bruce escapa (la secuencia introductoria de la película) es el día que ve al Joker, riendo sin parar a pesar de las torturas de Bolton. Joker cae al suelo y se le llena la cara de barro pero siempre con la sonrisa identificadora.
Bruce concluye su relato y se queda mirando a Alfred pero como si no estuviera y dice: “Jack”. Alfred responde: “¿Jack?”.
“Jack Napier”, declara Bruce. “El Joker. Lo vi. En Arkham”. Alfred sorprendido dice: “¿El Joker?”. En este momento ocurre una de las mejores secuencias de la película, en la que se mezclan distintas escenas. La primera es la de Bruce en su cama, la segunda la de Bruce en su celda observando al Joker y la tercera es Batman y Joker en el tejado de la Catedral de Gotham luchando. Se va pasando de una escena a otra sin descanso. Bruce pensativo, con un Alfred preguntándole si le pasa algo. A continuación el Joker riendo en Arkham, riendo en la catedral, riendo mientras sube por la escalera del helicóptero. Batman atando una gárgola a los pies del payaso y éste cayendo hacia el vacío. Batman sigue su caída con la mirada. Bruce, en su celda, sigue con la mirada al Joker mientras éste cae hacia el barro. Bruce, en su cama, sigue con la mirada a Alfred mientras éste se le acerca. El Joker riendo. El barro corriendo por su cara. El barro deteniéndose. El marrón del color del barro secándose. El marrón de la máscara del Espantapájaros mostrándose. Bruce abriendo los ojos en su cama ante Alfred y, por fin, la verdad: Espantapájaros en Arkham riéndose de él y de sus miedos. El Joker en Arkham fue una ilusión.
A pesar de haber declarado el fin de Batman debido a la muerte de Gordon, Bruce se ve en la necesidad de ir a Arkham y detener a Crane. Porque en el fondo, lo que él es en realidad es Batman. Digno de mención es el nombre que recibe la sala central de Arkham en el guión: El Nido del Espantapájaros. Brillante.
La lucha entre Crane y Batman tiene lugar en las ruinas de Arkham. Y son ruinas porque previamente, para deshacerse del Señor de la Noche, Crane ha ido volando por los aires todo el lugar. Arkham está dividido en dos, una mitad derrumbada hacia el fondo de un abismo y la otra mitad de pie en una imagen que de haberse llevado a cine habría quedado grabada en la retina de todos. Batman y Crane, con su piel muy blanquecina debido a su propio gas que le está matando, llegan al límite mientras el villano dice: “Nada de esto es real”. Los dos caen al vacío.
Batman despierta, muy malherido, en el fondo del abismo. Nota como la toxina del gas del miedo lo va matando poco a poco. Nota como alguien lo arrastra. Se desmaya.
Despierta en su celda, con la camisa de fuerza y la capucha. Cree que todo ha sido un sueño pero enseguida observa que Arkham está en ruinas. La policía llega y un enfermero se lleva a Bruce al hospital. En realidad, es Alfred, quien lo puso en la celda para que nadie viera a Batman y la policía creyera que era un recluso más que necesitaba ayuda urgente debido al derrumbe. De esa manera, lo saca de allí y lo lleva a la Cueva.
Días después, ya recuperado, Bruce ve la Señal iluminando el cielo. Acude a la llamada con esperanzas de comprobar que la muerte de su compañero fuera una ilusión. La luz de la señal ilumina una figura humana en el tejado de la comisaría. Gordon se gira para cruzar la mirada con Batman. Ambos esbozan una ligera sonrisa. Batman desciende al tejado, junto a su amigo mientras la señal los ilumina de fondo.

Así concluye la película. Un excelente guión con grandes dosis de acción necesarias para vender estas películas pero también con desarrollo de personajes. En este resumen se han saltado varias cosas para no hacer pesada su lectura, pero matizando lo más importante para demostrar lo bien llevado de todo el guión.
Hay que matizar que la película, pese a ser una continuación de las anteriores, obvia Batman Forever y Batman & Robin. Batman: The Frightening es una continuación que toma como base las dos primeras películas del personaje. Aquí no hay Robin, ni Batgirl ni chistes malos ni paridas: sólo Batman y Alfred, junto a un más desarrollado Jim Gordon. Incluso durante algunas escenas Batman acciona los escudos del famoso Batmóvil de Batman y Batman Returns.
Allí donde las dos primeras películas de Burton fallaban (un Batman más superhéroe que detective y una relación inexistente entre el protagonista y Gordon) ésta lo soluciona.
Una lástima que este guión seguramente no vaya a realizarse ya que ahora David Goyer ha de escribir uno desde cero, pero por lo menos ha asegurado que mantendrá algunas cosas estipuladas en éste.
Toda una sorpresa que todavía en Warner sean capaces de hacer películas buenas sobre superhéroes. Esa es la sensación con la que uno se queda tras la lectura de este guión. Toda una sorpresa y todo un deleite de sólo imaginar todas y cada una de las escenas en pantalla grande. De ser así, estaríamos ante una de las mejores películas de Batman y del cómic en general.

Fuente: http://www.batmanguiavisual.com/legends/bat_frigh.htm
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#2
Muy buena nota, pero como no es de DVD lo cambiaré de foro Big Grin
Vicco
Keep on Rockin' in the free world...
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