04-23-2004, 10:18 PM
Regia y Cinescape:
No veo punto de conflicto realmente. Lo que leí de sus aportaciones me pareció honesto en ambos casos, así que por qué no relajamos los ánimos?
El tema de Regia es interesante; al menos más que hablar de la intencionalidad de nuestras palabras.
Intentaré encausar el tema otra vez. En mi opinión, es válido consumir lo que a uno le gusta, tenga calidad o no, como señaló Smellwig, siempre y cuando no perdamos conciencia de que lo hacemos por el mero gusto y que podamos identificar la idoneidad y la calidad (o su carencia) en lo que consumimos.
En mi caso, a veces exagero en la adopción de posiciones demasiado críticas ante las cosas que veo en la tele, leo en los periódicos, etc., sobre todo cuando juzgo que carecen de calidad e incluso de sentido. Pero a veces es sano el hedonismo y el disfrute por el disfrute per se, y al diablo la calidad! Repito, a veces es sano siempre y cuando tengamos conciencia del hecho.
Por otra parte, no creo que la excesiva influencia mediática gringa llegue a alterar completamente el sentido de identidad con nuestro país, por más que veamos cine gringo, tele gringa, escuchemos música gringa, etc.
Simplemente estamos demasiado cerca de EUA y somos -en mayor o menor grado de conciencia- sujetos a esta influencia. Probablemente nos pasaría lo mismo si estuviésemos cerca de Francia, de Alemania, etc.
Pero fíjense qué curioso. No nos pasaría si sólo estuviésemos rodeados de países más amolados que el nuestro (cultural y económicamente).
Sin embargo, los gringos fronterizos y de otras ciudades con elevada población latina también sienten nuestra influencia. ¿Cómo sustraerse a ella?
Lo malo de este asunto es que la receptividad de la gente a una u otra influencia y la manera como cocifica esta influencia depende enormemente de su nivel educativo y cultural.
Si la educación y nivel cultural PROMEDIO de nuestra gente fuera algo mejor, programas como Big Brother o La Academía no tendrían el éxito que tienen porque seríamos álgo más críticos acerca de lo que consumimos. Lo grave es constatar que sí tienen enorme éxito. Y digo esto porque esta influencia es más insidiosa que la gringa, ya que nuestra gente la percibe más cercana porque al fin y al cabo los monitos en esos programas son también mexicanos.
Esto habla mal de nuestro país... lamentablemente es así. Nuestras carencias se reflejan en todos los ámbitos de nuestra sociedad, desde las expresiones más mezquinas (la corrupción, la pérdidad de valores esenciales como la solidaridad, la honestidad, el cumplimiento de la palabra, etc.) hasta las más triviales (por ejemplo, el gusto por el futbol americano, las hamburguesas, el uso de anglicismos o sustantivos como verbos: faxear, chatear, etc.).
Saludos!!!
No veo punto de conflicto realmente. Lo que leí de sus aportaciones me pareció honesto en ambos casos, así que por qué no relajamos los ánimos?
El tema de Regia es interesante; al menos más que hablar de la intencionalidad de nuestras palabras.
Intentaré encausar el tema otra vez. En mi opinión, es válido consumir lo que a uno le gusta, tenga calidad o no, como señaló Smellwig, siempre y cuando no perdamos conciencia de que lo hacemos por el mero gusto y que podamos identificar la idoneidad y la calidad (o su carencia) en lo que consumimos.
En mi caso, a veces exagero en la adopción de posiciones demasiado críticas ante las cosas que veo en la tele, leo en los periódicos, etc., sobre todo cuando juzgo que carecen de calidad e incluso de sentido. Pero a veces es sano el hedonismo y el disfrute por el disfrute per se, y al diablo la calidad! Repito, a veces es sano siempre y cuando tengamos conciencia del hecho.
Por otra parte, no creo que la excesiva influencia mediática gringa llegue a alterar completamente el sentido de identidad con nuestro país, por más que veamos cine gringo, tele gringa, escuchemos música gringa, etc.
Simplemente estamos demasiado cerca de EUA y somos -en mayor o menor grado de conciencia- sujetos a esta influencia. Probablemente nos pasaría lo mismo si estuviésemos cerca de Francia, de Alemania, etc.
Pero fíjense qué curioso. No nos pasaría si sólo estuviésemos rodeados de países más amolados que el nuestro (cultural y económicamente).
Sin embargo, los gringos fronterizos y de otras ciudades con elevada población latina también sienten nuestra influencia. ¿Cómo sustraerse a ella?
Lo malo de este asunto es que la receptividad de la gente a una u otra influencia y la manera como cocifica esta influencia depende enormemente de su nivel educativo y cultural.
Si la educación y nivel cultural PROMEDIO de nuestra gente fuera algo mejor, programas como Big Brother o La Academía no tendrían el éxito que tienen porque seríamos álgo más críticos acerca de lo que consumimos. Lo grave es constatar que sí tienen enorme éxito. Y digo esto porque esta influencia es más insidiosa que la gringa, ya que nuestra gente la percibe más cercana porque al fin y al cabo los monitos en esos programas son también mexicanos.
Esto habla mal de nuestro país... lamentablemente es así. Nuestras carencias se reflejan en todos los ámbitos de nuestra sociedad, desde las expresiones más mezquinas (la corrupción, la pérdidad de valores esenciales como la solidaridad, la honestidad, el cumplimiento de la palabra, etc.) hasta las más triviales (por ejemplo, el gusto por el futbol americano, las hamburguesas, el uso de anglicismos o sustantivos como verbos: faxear, chatear, etc.).
Saludos!!!