08-17-2003, 09:37 AM
fuente: fotograma.com
Cita:Polémica por Mel GibsonSaludos,
Mucho antes de su estreno, la película que el astro de Hollywood Mel Gibson rodó sobre las últimas horas de Jesús sigue causando revuelo en Estados Unidos. Ni las sagas de "Matrix" y "El Señor de los Anillos" despertaron en su momento tantas polémicas o ansiedades en el país del norte.
Un grupo de teólogos que leyó el guión de "The Passion" ("La pasión") considera que contiene prejuicios antisemitas y que se distorsiona la palabra de los apóstoles. La controversia en torno al filme, que llegará a los cines a principios de 2004, es impulsada por artículos críticos publicado en el diario The New York Times y por declaraciones apasionadas de defensores de Gibson.
Por ejemplo, el pastor Ted Haggard, un protestante conservador, comparó a Gibson con "Miguel Angel, que creó una obra de arte increíble". Haggard, presidente de la Asociación Nacional de Evangélicos, forma parte de un pequeño grupo de personas a las que Gibson les mostró una primera versión de la película hace pocas semanas. "La película de Mel quizá es más expresiva y brutal que otras representaciones de la Pasión, pero se atiene a los hechos", dijo Haggard, y añadió que las acusaciones de antisemitismo sólo le causan gracia.
La profesora de teología Mary Boys, por el contrario, teme lo peor si la versión definitiva de la película se corresponde con el guión que ella y un grupo de estudiosos católicos y judíos leyeron hace unos meses. "Una película en base a ese guión puede avivar el odio hacia los judíos", especialmente en el mundo árabe, dijo Boys a a la agencia DPA. Los judíos son representados como "sanguinarios, vengativos y codiciosos". Al papel del procurador romano Poncio Pilatos, que ordenó la crucifixión de Jesús, en tanto, se le resta importancia.
Esas son algunas de las acusaciones que el preocupado grupo de teólogos presentó en mayo a la productora de Gibson, Icon Films. Su solicitud de ver la película fue rechazada. Icon acusa al grupo de haber conseguido el guión de manera ilegal e incluso amenazó con una demanda.
En abril, terminó el rodaje con los protagonistas James Caviezel en el rol de Jesús y Monica Bellucci como María Magdalena, en un estudio de Roma. La película sobre las últimas horas en la vida de Jesús fue rodada en latín y arameo, dos lenguas muertas, y el actor australiano no quiere que sea doblada, ya que considera que las imágenes hablan por sí mismas. De todos modos, se confirmó de que el filme será subtitulado.
El actor de Hollywood financia en Malibu, California, una iglesia en la que se ofician misas en latín. Gibson es considerado además un seguidor de los conservadores tradicionalistas, que en los años 60, después del Concilio Vaticano Segundo, se distanciaron de la Iglesia católica romana y de los siguientes papas.
La católica Mary Boys asegura que después de haber criticado públicamente el guión le llegan cartas y correos electrónicos con contenidos antisemitas. En los escritos, se señala que los teólogos ocultan la "verdad" sobre los "malvados judíos" y que quieren desacreditar la película de Gibson.
El pastor Haggard considera que la acalorada controversia es buena como publicidad. "Seguramente la mano de Dios intervino para impulsar este debate", dice el protestante conservador. "Mel Gibson no hubiera podido imaginar una publicidad mejor y más barata".
Además del largo (cerca de 4 horas), la lengua y la ideología, la película podría chocar a muchos -católicos o no- porque muestra con una crudeza cercana al cine de terror todos y cada uno de los padecimientos físicos de Jesús. El filme, en este sentido, superaría a "La última tentación de Cristo", de Martin Scorsese, siempre acusado de sangriento.
Para tratar de reducir las polémicas, Gibson mostró una copia de trabajo de la película en la ciudad de Washington a 48 personas, entre ellos un ciberperiodista y el presidente de la MPAA -la asociación de productores de cine de los Estados Unidos- Jack Valenti. Valenti dijo que no "entendía por qué tanta polémica" sobre el filme y que era "una verdadera obra de arte". Pero al mismo tiempo, los productores no permitieron que Abraham Foxman, presidente de la Jewish Anti-Defamation League (Liga de Antidifamación Judía) viera la película; mientras que abogados de Icon, la compañía de Mel Gibson que financia la película, persiguen al grupo que estudió el guión acusándolos de "amenazar a los productores del filme para que modifiquen la película de acuerdo con sus convicciones religiosas".
Aunque parezca una exageración, para los estudiosos, cristianos y judíos la obra de Gibson no hará más que complicar las relaciones entre el mundo cristiano y judío alimentando el antisemitismo.
Agencia CinemaNews